Hay un refrán muy popular que encierra una verdad que no se puede refutar: “Dinero ahorrado, dos veces ganado”.

La capacidad de administrar el dinero no es algo que se pueda aprender fácilmente;  “malgastarlo” es un asunto que no le queda difícil a muchas personas.  

Uno de los errores más comunes es no fijarse en el valor de las compras, situación que le impide a la gente darse cuenta de lo que está gastando. Adicionalmente, cuando las personas no llevan un inventario de lo que compran no pueden identificar lo que quizás es innecesario. 

Resistirse a las tentaciones y evitar comprar por antojos puede marcar una gran diferencia en los   gastos al mes.

Comparar

Otras formas de no saber administrar el dinero es el de no comparar opciones y buscar otros productos con similares características pero a menor precio.

A diario, las personas son  bombardeadas con publicidad sobre un determinado artículo con la finalidad de convencerlas no sólo de la calidad o buen precio sino de lo necesario que es para vivir.

Si usted generalmente cae en la tentación de comprar todo lo que le ofrecen, está incurriendo en un grave error. Lo recomendable es que siempre se preocupe por indagar en el mercado por varias alternativas antes de decidirse a comprar y escoger la opción que mejor se adapte a lo que está buscando y a su presupuesto.

Cuando usted está organizando y midiendo sus compras está incursionando en prácticas de planeación de gastos similares a las de las grandes empresas. Ahorrar no es comprar promociones sino, saber gastar inteligente el dinero. 

Gerenciar, ¿por qué no?

Por poco o mucho que recibamos mensualmente, podemos convertirnos en gerentes de nuestros gastos.

Cuando tenemos claro cuánto dinero hemos gastado en el último mes, cuando establecemos un fondo para hacer frente a un gasto imprevisto como una emergencia o cuando hemos realizado un presupuesto, es porque hemos empezado a reconocer la importancia de saber gastar y no malgastar.

Tomado de: https://www.cuadresubolsillo.com/